Por supuesto esta "escena real" sólo podía ocurrir en un VIPS, mi no-lugar aséptico preferido del planeta. Desde meriendas con mis compañeras del equipo de baloncesto de mi juventud, hasta resacas sandwich club, pasando por el desayuno completo que me metí antes de que me operaran de miopía y los actuales platos que me tomo todos los domingos al salir de la matinal del cine.
En el fondo la no-imagen de Jorge me da envidia, el cyberpunk llevado hasta sus últimas consecuencias.
Por supuesto esta "escena real" sólo podía ocurrir en un VIPS, mi no-lugar aséptico preferido del planeta. Desde meriendas con mis compañeras del equipo de baloncesto de mi juventud, hasta resacas sandwich club, pasando por el desayuno completo que me metí antes de que me operaran de miopía y los actuales platos que me tomo todos los domingos al salir de la matinal del cine.
En el fondo la no-imagen de Jorge me da envidia, el cyberpunk llevado hasta sus últimas consecuencias.
Hace siglos que no piso un Vips, pero como no-lugares son de lo más interesante.
Fantasía escritora… todos queremos ver a Jorge y al mismo tiempo no. O verlo con la boca llena.